Como manda la tradicion subimos el dia de andalucia en busca del
pequeño andaluz, este año nos acompañó un blanco manto como fondo
que hizo que el narciso endémico del sur brillara de una forma diferente,
era otro regalo que nos ofrecía la imponente Sierra de las Nieves.
Aquí en su hábitat entre caliza y demás vegetación formaba una estampa
natural, sin fondos extraños, sin efectos raros, sin lucecitas en forma
de ovni que últimamente nos da por fabricar en nuestras fotografías,
y que de natural ya van teniendo muy poquito con tanta manipulación.
Abetos, niebla y nieve se mezclaron es esta imagen que no parece
pertenecer de estas latitudes tan al sur del sur.
Y como fueron tantas las veces que retraté al narciso, otra visión donde
el protagonismo del helado fondo fue compartido con la verde vegetación.